Sobre Candy Candy y otros personajes
Un homenaje al virtuso de Miles Davis, una trompeta y su sordina intermitente, la "encarnación de la lujuria" frente a mi mesa y una amiga que me confesó como si yo fuera un cura:
-Me siento sola...
No había duda, afirmé para mis adentros, esta será una noche de confesiones.
-Parece una epidemia, le contesté, sólo en esta semana he escuchado esa misma frase varias veces. Pero como era de esperar, aquel comentario no fue de gran alivio, era una mujer inteligente y tenía muy claro aquello de "mal de muchos consuelo de tontos". Tuve que hacer entonces un mayor esfuerzo.
-Amiga, es muy difícil ser mujer soltera casi a los 30 en este país y además estás pasando por una etapa de cambio sen tu vida y es normal que sientas miedo de lo desconocido, lo importante es que no pierdas la determinación de seguir adelante bla, bla, bla, más o menos por ahi iba mi discurso cuando la "encarnación de la lujuria" se acercó a nosotras y la saludó justo a ella y a mi me ignoró!!.
La noche siguió transcurriendo entre consejos y confesiones. Mis sentidos estuvieron muy ocupados toda la noche, mis oidos se debatían entre la muy buena interpretación del trompetista que homenajeaba a Miles Davis y las confesiones de mi amiga; mi tacto, al mojado vaso de Mojito que tuve todo el tiempo en las manos; mi paladar disfrutaba la frescura de la menta y la yerbabuena y mis ojos miraban en una sola dirección, hasta que claro, la "encarnación de la lujuria" se movía hacia algún otro lado.
-A qué me parezco?
-Cómo?, le pregunté sin ponerle atención
-Tú crees que parezco un niño, es decir, tú crees que me parezco a mi hijo?
De esa sí que no podría safarme
-Amiga, tu no pareces nada, tú eres quien eres, una mujer muy auténtica y a veces, pero sólo a veces, eh, un poco desconectada.
-Si, pero a qué me parezco, por ejemplo para mi te pareces a Candy Candy?
Ahora sí que tuve que perder de vista a la "encarnación de la lujuria"
-Qué!!! Candy era muy cursi!!!!, le dije con cara de "hermana, pero usted ha perdido el juicio"
-Y tú también, me respondió con la misma naturalidad con la que Sherlock Holmes le hubiese dicho a Watson la deducción más elemental de toda su vida.
Traté de olvidar el comentario y concentrarme en los fragmentos de la vida de Miles Davis que en ese momento proyectaban, por lo menos su vida parecía, en ese momento, más interesante que la mía y la de mi amiga.
-En serio que soy cursi?, le pregunté sin aguntar más
-Que sí, me respondió ella, pero Candy no era sólo cursi, también era aventurera, valiente, siempre reía mucho y era pecosa y pelirroja.
-Pero yo no soy pecosa y Candy era rubia!!!
-Si pero ella tenía carácter de pelirroja, así como eres tú
-Y las pecas??, yo no tengo pecas!!
-Ah no???, respondió con cara de gente buscando una dirección extraviada en mi rostro.
Ya se había acabado el concierto, asi que me puse el cassette de "vámonos", total mi "encarnación de la lujuria" se había sentado a conversar con unas muchachas que bien pudimos haber sido mi amiga y yo.
-Qué te pasa? me pregunta el dueño del bar.
-Tú siempre estás tan explosiva y hoy te veo tan tranquila, continuó
-Explosiva.... primero Candy y ahora explosiva, pensé para mis adentros... pues seguro es que estoy madurando, qué aburrido, verdad??, fue lo único que pude contestar.
Ya casi en la puerta de salida, sin yo haberme percatado, mi amiga había llamado a mi "encarnación de la lujuria" y me lo estaba presentando de la forma menos decorosa posible para una dama.
-Hola!!, me dijo, cómo estás?, nosotros nos habíamos conocido en casa de Maya, verdad?
-Eeeeh, si..., atiné a contestar, pero mi sonrisa de oreja a oreja había resecado mis labios y no me permitía modular muchas cosas.
-Yo recuerdo que tenías el perlo largo, rizo y rojizo..., bueno, chicas (otro besito de despedida), nos vemos otro día...y así se fue dejándome con mucho más que "la palabra en la boca". No podía creer que había sido tan boba todo este tiempo de encuentros fortuitos con mi "encarnación de la lujuria" y nunca me acercaba a él por temor a que no me reconociera.
-Ya no te sientes tan sola?, le pregunté a mi amiga antes de despedirnos y respondió con un movimiento de cabeza que me pareció un no. Nos dimos la espalda y mientras me alejaba pensé:
-Es mejor sentirte sola por un momento que entender que había sido una "boba", "Candy" y "explosiva" por mucho tiempo y ni siquiera me había dado cuenta.