El caldero que yo no me puedo comer, yo no lo "asoplo". (un pana pescador en Palmar de Ocoa)

Y sigo con San Valentín. anoche me dió por recoger y en eso estaba cuando me topé por décima vez con el correo ese que anda dando la vuelta al mundo: "Cerrando círculos". Fue como leerlo por primera vez, entendí (por fin!!, diría Noelia) que esa noche era el momento de deshacerme de muchos recuerdos. Así que ahi estaba leyendo por última vez todas esas cosas melancólicas y así di con las cartas, notas y tarjetas que me habían hecho mis amigos desde 4to. de primaria y me sentí tan bien al confirmar una vez más el valor de los amigos (valga aclarar que entre ellos cuento a mi hermano y mis primos), ver cómo iban pasando los años y mientras mis poemas de amor iban de la risa al llanto con una habilidad asombrosa, las cartas de mis amigos decían siempre lo mismo: "Elaine eres super", "no cambies nunca tu alegria rebosante", "no hables tanto", "sabes que cuentas siempre conmigo"; mientras los poemas cambiaban de destinatarios, a las notas de mis amigos sólo le cambiaba la caligrafía por otra más adulta (o sea, menos legible).
El gran cierre de la noche lo dió uno de esos amigos de primaria que me llamó para excusarse de no podríamos juntarnos,
-tu sabes que hay que comprar los regalos de San Valentín, me dijo;
-Cómo!!, cuántas son?, le dije yo;
- no, esos regalos son para mis amigos y claro, entre ellos, estás tú;
-pero, y tu novia??, le pregunté
-Se casó hace unos días y sólo teníamos un mes de haber terminado, contestó.
Para rematarme me dijo: Elaine, aunque pase el tiempo y no hablemos a menudo, tú siempre has sido una gran amiga.
Moraleja:
Los amigos de verdad son para siempre; lo demás, bueno...hoy por hoy sólo puedo pensar como mi amigo pescador de Palmar de Ocoa: no "asoplar" el caldero que no nos vamos a comer y si ya se nos fue el aire "asoplando" y no nos tocó ni el concón, pues hermano!, proceda a "cerrar su círculo" y aproveche todos los días y no sólo San Valentín para querer a sus amigos.